viernes, 27 de marzo de 2020

La alimentación más allá del acto de comer


El derecho a la alimentación es sin duda un derecho basado en nuestras necesidades fisiológicas, pero no debemos olvidarnos de que no solo nos alimentamos por una cuestión nutricional, sino que somos seres sociales y tenemos la necesidad de compartir con los demás. Ha sido a lo largo de toda la historia que el ser humano ha experimentado ese compartir en torno a la comida. Muchos cambios políticos y sociales a lo largo de la historia llevaron consigo importantes cambios en el consumo de alimentos.


1.     La revolución de la caza y del fuego
2.     La revolución de la agricultura y ganadería en el neolítico
3.     La revolución mercantil en la época del Imperio Romano
4.    La edad medieval con el comienzo de la vida en ciudades y el comercio internacional
5.  La revolución agraria del siglo XVIII con nuevas técnicas de conservación de alimentos.
6.     La revolución del transporte en el S. XIX
7.     La industrialización
8.     La globalización


Hoy en día nos encontramos ante un panorama donde la comida puede considerarse parte central de nuestro día a día. Empleamos la comida para celebrar cualquier acontecimiento, reunirnos con nuestros seres queridos, en familia o incluso acompañar nuestras emociones. Y, es más, vivimos en una sociedad donde el acceso a la alimentación está tan garantizado que hemos pasado a emplear la comida como algo caprichoso. Podemos prácticamente acceder y experimentar con cualquier tipo de alimento, podemos vivir experiencias gastronómicas inolvidables de la mano de cocineros de la alta cocina y, en definitiva, podemos viajar a través de los sabores y olores. Y es ahí, donde nuestro cerebro juega un papel importante. Esos sabores y olores se nos quedan grabados desde la niñez y nos hacen asociar experiencias y emociones con diferentes alimentos. ¿Quién no recuerda un sabor u olor de su infancia?



Por otro lado, el apetito es un fenómeno psicológico que asigna preferencias por ciertos alimentos; está determinado por aspectos como la cultura, costumbres y vivencias previas. De este modo, el ser humano no elige sus alimentos en base a conocimientos sobre su composición y valor nutricional, sino por el placer que le confiere comer; por tanto, los alimentos actúan como satisfactores de una necesidad también social. Que los alimentos nos emocionen y nos despierten sensaciones no es malo ni debemos evitarlo, pero si debemos tomar consciencia de ello. ¿Buscas con la comida compensar una emoción que no sabes cómo gestionar? Cuando la comida se convierte en la única herramienta de gestión emocional, lejos de ayudarnos a resolver el problema, nos puede generar otro nuevo.

Pero la experiencia que la comida nos brinda va mucho más allá.  La alimentación es uno de los ejes centrales de la vida social, pues en gran medida el placer va ligado al comer en compañía de otras personas. Como hemos dicho no se trata solo de comer, sino que también entra en juego el compartir del ser humano. Compartir esas experiencias con nuestros familiares y amigos. Hacer del entorno de la comida un entorno saludable, agradable, donde se propicie la comunicación. Es importante crear unos buenos hábitos en torno a la comida, y no solo me refiero a los conceptos de una alimentación saludable, sino también a hábitos de higiene, de cocinado, de consciencia de lo que somos y queremos ser. Con los alimentos se educa, y se transmiten valores sociales, culturales y religiosos. La alimentación nos brinda una gran oportunidad para ser conscientes de lo que somos y queremos ser. Nos da la oportunidad de apostar por unos valores que van más allá de la comida, como puede ser por ejemplo la sostenibilidad de nuestro entorno.
No debemos perder de vista a los/as más peques de la casa, ya que muchas de esas emociones y valores que nos transmite la comida, se forjan en las edades más tempranas. Y está en nuestras manos propiciar el entorno adecuado para que aprendan a identificarlos y canalizarlos. La alimentación complementaria tiene en este sentido un papel muy importante del cual hablaré en el próximo post.



Bibliografía
Comida y civilización. Ritchie, C.I.A. 1988. Alianza Editorial.

Nutrición y salud. Rosa Isabel Esquivel Hernández, Silvia Maria Martínez Correa, José Luis Martínez Correa. 2014. Editorial: Manual moderno.

Psiconutrición: aprende a tener una relación saludable con la comida. Cristina Andrades Ramírez, Griselda Herrero Martin. 2019. Editorial:ARCOPRESS.


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