El derecho a la
alimentación es sin duda un derecho basado en nuestras necesidades
fisiológicas, pero no debemos olvidarnos de que no solo nos alimentamos por una
cuestión nutricional, sino que somos seres sociales y tenemos la necesidad de
compartir con los demás. Ha sido a lo largo de toda la historia que el ser
humano ha experimentado ese compartir en torno a la comida. Muchos cambios
políticos y sociales a lo largo de la historia llevaron consigo importantes
cambios en el consumo de alimentos.
1. La
revolución de la caza y del fuego
2. La
revolución de la agricultura y ganadería en el neolítico
3. La
revolución mercantil en la época del Imperio Romano
4. La
edad medieval con el comienzo de la vida en ciudades y el comercio
internacional
5. La revolución agraria del siglo XVIII con nuevas
técnicas de conservación de alimentos.
6. La revolución del transporte en el S. XIX
7. La industrialización
8. La
globalización
Hoy en día nos
encontramos ante un panorama donde la comida puede considerarse parte central
de nuestro día a día. Empleamos la comida para celebrar cualquier
acontecimiento, reunirnos con nuestros seres queridos, en familia o incluso
acompañar nuestras emociones. Y, es más, vivimos en una sociedad donde el
acceso a la alimentación está tan garantizado que hemos pasado a emplear la
comida como algo caprichoso. Podemos prácticamente acceder y experimentar con
cualquier tipo de alimento, podemos vivir experiencias gastronómicas
inolvidables de la mano de cocineros de la alta cocina y, en definitiva,
podemos viajar a través de los sabores y olores. Y es ahí, donde nuestro
cerebro juega un papel importante. Esos sabores y olores se nos quedan grabados
desde la niñez y nos hacen asociar experiencias y emociones con diferentes alimentos.
¿Quién no recuerda un sabor u olor de su infancia?
Por otro lado, el
apetito es un fenómeno psicológico que asigna preferencias por ciertos
alimentos; está determinado por aspectos como la cultura, costumbres y
vivencias previas. De este modo, el ser humano no elige sus alimentos en base a
conocimientos sobre su composición y valor nutricional, sino por el placer que
le confiere comer; por tanto, los alimentos actúan como satisfactores de una
necesidad también social. Que los alimentos nos emocionen y nos despierten
sensaciones no es malo ni debemos evitarlo, pero si debemos tomar consciencia
de ello. ¿Buscas con la comida compensar una emoción que no sabes cómo
gestionar? Cuando la comida se convierte en la única herramienta de gestión
emocional, lejos de ayudarnos a resolver el problema, nos puede generar otro
nuevo.
Pero la experiencia
que la comida nos brinda va mucho más allá.
La alimentación es uno de los ejes centrales de la vida social, pues en
gran medida el placer va ligado al comer en compañía de otras personas. Como hemos
dicho no se trata solo de comer, sino que también entra en juego el compartir
del ser humano. Compartir esas experiencias con nuestros familiares y amigos.
Hacer del entorno de la comida un entorno saludable, agradable, donde se
propicie la comunicación. Es importante crear unos buenos hábitos en torno a
la comida, y no solo me refiero a los conceptos de una alimentación
saludable, sino también a hábitos de higiene, de cocinado, de consciencia de lo
que somos y queremos ser. Con los alimentos se educa, y se transmiten
valores sociales, culturales y religiosos. La alimentación nos brinda una
gran oportunidad para ser conscientes de lo que somos y queremos ser. Nos da la
oportunidad de apostar por unos valores que van más allá de la comida, como
puede ser por ejemplo la sostenibilidad de nuestro entorno.
No debemos perder de
vista a los/as más peques de la casa, ya que muchas de esas emociones y
valores que nos transmite la comida, se forjan en las edades más tempranas. Y
está en nuestras manos propiciar el entorno adecuado para que aprendan a
identificarlos y canalizarlos. La alimentación complementaria tiene en
este sentido un papel muy importante del cual hablaré en el próximo post.
Bibliografía
Comida y
civilización. Ritchie, C.I.A. 1988. Alianza Editorial.
Nutrición y salud.
Rosa Isabel Esquivel Hernández, Silvia Maria Martínez Correa, José Luis
Martínez Correa. 2014. Editorial: Manual moderno.
Psiconutrición:
aprende a tener una relación saludable con la comida. Cristina Andrades
Ramírez, Griselda Herrero Martin. 2019. Editorial:ARCOPRESS.
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