El Conforme se acercan los 6 meses de edad del bebé, suele abordarnos a los
padres y madres un nerviosismo que hace que casi nos sintamos de nuevo padres
primerizos. Justo cuando parece que se le está cogiendo el truquillo a esto de
la maternidad, de la teta o el biberón, que el niño o niña empieza a regularse
(o eso nos parece a nosotros), entonces nos empieza a llegar información acerca
de la alimentación complementaria (AC). Y no contentos con lo que nos cuentan
en nuestro centro de salud, nos ponemos a buscar como locos en internet y a
preguntar a otras familias sobre sus experiencias. Obteniendo como resultado
demasiada información, pero con la sensación de no tener ni idea de que hacer.
Con los posts que voy a dedicar a los inicios de la alimentación complementaria,
pretendo dar algunas pinceladas acerca de esta nueva etapa, ¿CUÁNDO, CÓMO Y
QUÉ?, con el simple objetivo de haceros perder el miedo en torno a la
alimentación de vuestros hijos e hijas e intentando resolver, espero, algunas
de las dudas más recurrentes. Sin olvidar, por supuesto,
que una de las funciones, me atrevería a decir que una de las más importantes,
de la alimentación complementaria, es la social, ya que es el momento en el que
se integra al bebé en la alimentación familiar. Esas primeras experiencias asociadas a la alimentación irán forjando
poco a poco una serie de emociones y valores que se verán reflejadas en las
etapas adultas. Por lo que mi consejo ante todo es: tranquilidad y paciencia.
Este primer post va dedicado al ¿CÚANDO?
Temas
a tener en cuenta a la hora de comenzar la alimentación complementaria (AC)
La AC debe iniciarse
en torno a los 6 meses de edad. Digo entorno porque va a depender del
desarrollo de cada peque y para ello se debe cumplir con los siguientes
requisitos:
1. Se
mantiene sentado solo.
No
quiere decir que él o ella se sienten ya solos, sino que se mantengan sentados
más o menos sin ayuda, que no se caigan hacia los lados al dejarlos en la trona
o en nuestro regazo.
2. Ha
perdido el reflejo de extrusión.
Este reflejo permite
a los pequeños expulsar de su boca cualquier alimento que no sea líquido o de
la textura de la leche. El bebé ejerce movimientos regulares con la lengua
tratando de empujar hacia fuera lo que para él o ella es extraño. Es un reflejo
que se puede decir actúa en su propia defensa.
Es
importante que hayan perdido este reflejo tanto si se va a comenzar la
alimentación con triturados como con sólidos.
3. Muestra
cierta coordinación ojo-mano-boca.
Se
considera que un bebé está preparado cuando adquiere las destrezas psicomotoras
que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos, la coordinación ojo-mano-bica
es un signo de ello.
4. Muestran
interés por la comida.
Aunque
nos pueda parecer un aspecto irrelevante, es muy importante de cara a la
autorregulación. Si no muestra ningún interés por la comida, ojo, no es lo
mismo que mostrar interés en comer como tal, es muy probable que acabe comiendo
de forma obligada y forzada.
¿Por
qué se comienza con la AC en torno a los 6 meses?
En primer lugar,
porque es el momento en el que los requisitos mencionados anteriormente se dan
en la mayoría de bebés, forman parte de su desarrollo. Es necesaria una cierta maduración
a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune, la cual se da en torno a
los 6 meses. Pero, además, entran en juego las propiedades nutricionales de la
leche materna.
La leche materna es
un alimento completo a expensas de su bajo contenido en hierro. Aunque es
cierto que el poco hierro que tiene es muy biodisponible y se absorbe
prácticamente todo por parte del organismo de los bebes.
Hasta los 6 meses de
edad el bebé cuenta con las reservas de hierro que ha ido cogiendo durante el
embarazo, pero éstas se van agotando con el tiempo, por eso es importante
introducir alimentos que le aporten ese hierro necesario. Estas reservas más o
menos se agotan hacia los 6 meses, pero van a depender de muchos aspectos entre
los que destacan entre otros:
- El peso al nacer del niño/a
- La edad gestacional en el momento del
parto. Los niños nacidos prematuramente tienen menos reservas de hierro, aunque
dentro de los controles que se les realiza se les suplementa con este
nutriente, por lo que no tiene por qué verse afectado si se continua con la
suplementación hasta la introducción de la AC.
- Sufrimiento fetal durante el parto.
- Del momento del corte del cordón
umbilical. Si éste ha sido cortado inmediatamente tras el nacimiento las
reservas son menores que si se procedió a un pinzamiento tardío.
A excepción del bajo
contenido en hierro, la leche materna, y en su defecto la leche de fórmula,
sigue siendo el alimento ideal para el bebé. Es importante que se siga
manteniendo como el principal alimento durante el primer año de vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda lactancia materna exclusiva (o artificial) durante los 6 primeros
meses, como alimento principal hasta el año de vida y recomendable hasta al
menos los dos años o hasta que madre y bebé quieran.
Como veis en todo
momento se habla de entorno a los 6 meses. No debemos volvernos locos y esperar
al mismísimo momento en que nuestro bebé cumpla los 6 meses. Habrá algunos
bebés que cumplan los requisitos algo antes y que por las circunstancias particulares
se les pueda comenzar a dar otros alimentos distintos a la leche materna antes
de los estrictos 6 meses (me refiero por ejemplo a una o dos semanas antes, y
siempre que se cumplan los requisitos mencionados). Aún así, si no hay ningún motivo
obvio que nos plantee ese pequeño adelanto de la introducción de alimentos, lo
recomendable es esperar a los 6 meses. Y
nunca se adelantará la alimentación complementaria antes del cuarto mes, ya que
el riesgo de atragantamiento es mayor, pero también el de diarreas agudas,
problemas de malabsorción y problemas respiratorios entre otros, a corto plazo.
Por el contrario,
habrá bebés cuyo desarrollo sea algo más tardío y haya que plantearse esperar
un poco. Aún así, no se recomienda retrasar el comienzo de la alimentación
complementaria más allá de los 7 meses de edad, por varios motivos: no correr
el riesgo de que nuestro bebé padezca una anemia (falta de hierro), no dejar de
lado el desarrollo motor de nuestro bebé, en concreto las cualidades motoras
orales, porque puede aumentar el riesgo de presentar alguna alergia o intolerancias
y porque es durante los primeros meses cuando el bebé suele estar más receptivo
a testear nuevos alimentos y suele coincidir con una etapa en la que se llevan
todo a la boca para experimentar. Aunque como todo en la alimentación, depende
de cada peque.
Como apunte especial,
indicar qué en el caso de los bebés prematuros, se recomienda tener en cuenta
la edad corregida a la hora de plantear el comienzo de la AC y no la edad real y
siempre bajo supervisión de su pediatra.
Para finalizar volver
a remarcar que se llama alimentación complementaria porque complementa a la
lactancia, al menos hasta el primer año es importante tener presente que el
principal alimento para el bebé sigue siendo la leche, materna o artificial.
Para conocer más
acerca del cómo y el qué en la alimentación complementaria, no os perdáis los próximos
posts.
Bibliografía
Recomendaciones de la
asociación española de pediatría sobre alimentación complementaria. Dra. Marta
Gómez Fernandez-Vegue. Noviembre 2018. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/recomendaciones_aep_sobre_alimentacio_n_complementaria_nov2018_v3_final.pdf
Recomendaciones para
la alimentación en la primera infancia (de 0 a 3 años). 2016. Generalitat de
Catalunya. Agencia de Salut Pública de Catalunya. http://salutpublica.gencat.cat/web/.content/minisite/aspcat/promocio_salut/alimentacio_saludable/02Publicacions/pub_alim_inf/recomanacions_0_3/0_3_guia_recomanacions/guia_recomendaciones_alimentacion_primera_infancia.pdf
World Health Organization.
Complementary feeding Report of the global consultation Summary of guiding
principles. Geneva: WHO; 2002. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/42739/924154614X.pdf?sequence=1
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