La receta que os presento hoy no será la más saludable, no, pero a veces la alimentación no solo consiste en nutrir nuestro cuerpo y mantenerlo en equilibrio, sino también en nutrir nuestro alma.
Esta receta me conecta de forma muy especial con mi infancia, con un olor a horno de leña, un olor a pueblo. Me acerca a esa inocencia de cuando era niña. Pero para mi lo más importante es que me hace sentir cerca a esa generación que sin ser conscientes, tanto nos enseñaron: los abuelos.
Esta receta me conecta de forma muy especial con mi infancia, con un olor a horno de leña, un olor a pueblo. Me acerca a esa inocencia de cuando era niña. Pero para mi lo más importante es que me hace sentir cerca a esa generación que sin ser conscientes, tanto nos enseñaron: los abuelos.
Y un consejo: compartid, compartid con los vuestros esos momentos de cocinado, esos sabores, esos olores.... porque perdurarán en el tiempo y nos harán de una forma u otra seguir vivos.
Dificultad: media
Cantidades: adaptarlas según la gente con la que queráis compartirlas.
INGREDIENTES
- 1/2 kg de masa de pan
- Cuanto mejor amasado y reposo lleve la masa de pan, más esponjosas y gorditas quedarán las pastas. Pero no te compliques, sirve cualquier masa de pan, yo cuando no tengo tiempo de elaborar una buena masa procedo así:
Dejar fermentar unas 2-3 horas
- 1/2 kg manteca de cerdo
- Harina
- Azúcar
ELABORACIÓN
1. Elaborar la masa de pan.
2. Incorporar poco a poco la manteca de cerdo fría. Amasar hasta que quede completamente integrada (se recomienda amasado a base de golpes - amasado francés). En este punto es posible que la masa nos pida algo más de harina, añadirla poco a poco hasta que no se nos pegue en las manos pero evitando que la masa quede demasiado seca. Paciencia.
2. Incorporar poco a poco la manteca de cerdo fría. Amasar hasta que quede completamente integrada (se recomienda amasado a base de golpes - amasado francés). En este punto es posible que la masa nos pida algo más de harina, añadirla poco a poco hasta que no se nos pegue en las manos pero evitando que la masa quede demasiado seca. Paciencia.
3. Estirar la masa sobre una superficie enharinada y dar forma a las pastas: con un vaso y el agujero con un dedal.
4. Hornear a 220ªC durante 10-15 minutos con calor arriba y abajo (cuando comiencen a coger color ya están listas).
5. Una vez horneadas, conforme las sacamo del horno rebozar en azúcar. Es importante que este paso se realice con las pastas calientes para conseguir que el azúcar se adhiera a las pastas.
4. Hornear a 220ªC durante 10-15 minutos con calor arriba y abajo (cuando comiencen a coger color ya están listas).
5. Una vez horneadas, conforme las sacamo del horno rebozar en azúcar. Es importante que este paso se realice con las pastas calientes para conseguir que el azúcar se adhiera a las pastas.
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